LAUTARO CARDOZO

Mi experiencia en Innocence Project fue de lo más gratificante que pude experimentar a lo largo de mi carrera como estudiante de derecho. Desde el primer momento en que decidí seguir esta carrera supe que me inclinaría por el derecho penal y siempre me llamó la atención lo difícil que debe ser estar privado de la libertad, sobre todo para quienes están presos injustamente. No puedo imaginar cuan doloroso será estar encerrado sin ninguna justificación, alejado de tu familia y pensando cada día que deberías estar libre, mientras ves como se te va la vida en una celda.

A lo largo de este año en Innocence pude ver de cerca las injusticias que comete el Estado contra los ciudadanos, ya sea a través de causas armadas por la policía, o personas que son condenadas sin ningún tipo de prueba, lo cual torna abstracto todo lo que nos enseñan en la facultad y convierte a las garantías del ciudadano en una mera ilusión.

Fue muy enriquecedor participar de una organización tan comprometida con la defensa de los derechos humanos, la cual me permitió estar en contacto con causas penales y, sobre todo, con las personas que están involucradas en esos expedientes.

Lo que debemos hacer como estudiantes de derecho es involucrarnos en este tipo de organizaciones, porque cuando el Estado dirige todo su aparato a torturar a las personas, se hace imperioso que haya gente dispuesta a defenderlas.